Gracias a las nuevas tecnologías desarrolladas en los últimos años es posible preservar las fertilidad de las mujeres diagnosticadas de cáncer antes de que reciban el tratamiento para su enfermedad. Es lo que se conoce como Criopreservación.

¿Qué es la Criopreservación?

Consiste en extraer y congelar óvulos, óvulos fertilizados (embriones) o tejido ovárico antes de que la paciente reciba el tratamiento contra el cáncer, así podrá tener hijos cuando finalice el mismo. Puede haber varias opciones según el tipo de cáncer que se padezca, la mayoría de los cánceres en mujeres jóvenes se pueden tratar con quimioterapia, radiación o una combinación de ambas lo cual afectará en diferente medida a la fertilidad.

La criopreservación de embriones es la manera más común de asegurar la capacidad de concebir, la paciente se someterá a una  fertilización in vitro (FIV), se le  darán hormonas que estimulan a los ovarios a producir una cierta cantidad de óvulos y serán extraídos una vez que se hayan desarrollado. Una vez se fertilicen con un espermatozoide ya son embriones y  se congelan, antes se pueden hacer una pruebas conocidas como diagnóstico genético de preimplantación (DGP) por ejemplo para buscar el gen BRCA en una mujer con cáncer de mama. Hay que tener en cuenta que algunos medicamentos que estimulan la producción de óvulo aumentan los niveles de estrógenos que a su vez pueden agravar algunos tipos de cáncer.

También es posible realizar una criopreservación de óvulos y realizar después del tratamiento la fertilización del mismo. Al acabar el tratamiento contra el cáncer, se fecundarán en el laboratorio los óvulos que sobrevivan al proceso de congelación y descongelación con los espermatozoides de la pareja o del donante. Posteriormente se implantarán en el útero aquellos embriones que se desarrollen.

Una tercera opción es la Criopreservación de tejido ovárico, procedimiento con el que se ha experimentado recientemente y que consiste en congelar el tejido ovárico que contiene óvulos en diapausa, se cortan en tiras finas el tejido de uno de los ovarios y se congelan. Al finalizar el tratamiento contra el cáncer se vuelven a colocar las tiras de tejido ovárico descongeladas en el cuerpo. Para que este tejido produzca un óvulo, es posible que necesite un tratamiento con hormonas de fertilidad. Este procedimiento tiene algunas desventajas respecto a los anteriores ya que la paciente deberá someterse a varias cirugías, es peligroso si se padece cáncer de ovario ya que si el tejido está afectado y se vuelve a implantar el cáncer podría diseminarse,  es importante saber que es un procedimiento experimental. No siempre ha dado resultado en todos los centros de fertilidad y la tasa de éxito es baja.

Que hacer al finalizar el tratamiento

Al finalizar el tratamiento contra el cáncer a la mujer que desee tener hijos se le implantarán los embriones en el útero pudiendo recibir un tratamiento farmacológico adicional.  Las probabilidades de que un embrión sobreviva a los procesos de congelación, descongelación e implantación en el útero son mayores a las de concebir un embarazo con óvulos o tejido ovárico congelados.

Sobre las dos técnicas descritas en el apartado anterior hay que conocer que los índices de embarazo por embrión congelado son mayores a los índices por óvulo congelado ya que en el momento de ser congelados, los embriones ya se han fertilizado y han crecido por varios días, lo que muestra su potencial reproductivo.